Dark 3: Charlotte y Elisabeth, la compleja relación madre-hija, explicada

Dark 3: Charlotte y Elisabeth, la compleja relación madre-hija, explicada
Dark 3: Charlotte y Elisabeth, la compleja relación madre-hija, explicada - NETFLIX
Publicado: sábado, 27 junio 2020 15:42

   MADRID, 27 Jun. (CulturaOcio) -

   La serie Dark de Netflix ofrece una compleja composición de tramas basadas en los viajes en el tiempo. Los habitantes de Winden se encuentran atrapados en un constante bucle de acontecimientos que eventualmente conducen al, quizás inevitable, Apocalipsis. Y en mitad de todo éste embrollo espacio-temporal se encuentran Charlotte y Elisabeth Doppler, dos personajes cuya relación merece la pena analizar.

   Cuando se presenta a Charlotte Doppler en Dark, es una inspectora de policía del condado de Windem en 2019, y tiene dos hijas Franzeska y Elisabeth. Ella no sabe anda acerca de sus padres, ya que fue criada por el relojero H.G. Tannhaus, pero sabe que es adoptada, y que de alguna forma su pasado está relacionado con las desapariciones.

   Cuando Noah le regala a Elisabeth un reloj en el que pone "Para Charlotte", todo comienza a esclarecerse. Se descubre que Charlotte Doppler es en realidad hija de Noah y Elisabeth Doppler, su propia hija, que se enamoraron tras conocerse en el búnker durante la explosión de la central nuclear.

   En algún momento del futuro, el bebé Charlotte fue enviado atrás en el tiempo, a 1983, donde fue educada por el relojero hasta que creció, tuvo su propia familia en Winden y dio a luz a Elisabeth. De este modo, Charlotte Doppler se convierte en hija de su propia hija, o madre de su propia madre, según se mire.

   Esto genera una de esas paradojas temporales, la denominada paradoja de Bootstrap o paradoja de la predestinación, que sólo es posible gracias a los viajes en el tiempo, y que explica que algunas personas u objetos sólo pueden existir en el pasado gracias a que la información ha llegado desde el futuro.

   Es decir, si el bebé Charlotte no hubiese sido enviado al pasado, no podría haberse casado con Peter Doppler y haber tenido a Elisabeth. Y Si Elisabeth no hubiese conocido a Noah, no habrían podido tener a Charlotte, por lo que no podría haber sido enviada al pasado.

   Todo es un ciclo cerrado que ejemplifica la eterna pregunta: ¿Qué fue antes, el huevo o la gallina?

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