MADRID, 30 Dic. (CulturaOcio) -
"Puede que mi madre no hubiera tenido que estar allí, pero ella rockea duro y llevaba 13 noches seguidas haciéndolo, así que esa no es la cuestión".
Con estas palabras intenta explicar el rockero Sebastian Bach su reciente monumental enfado en un concierto en Toronto (Canadá), cuando desde el escenario vio cómo alguien de las primeras filas empujó a su madre de 70 años, suponemos que de forma accidental.
"Hey, ¿quieres acabar con el show? Esa es mi madre, payaso, te voy a partir la cara", espetó Bach ante el desconcierto general mientras interpretaba un villancico en mitad de uno de los clásicos de su ex banda Skid Row, Monkey Business.
"No la fastidies con mi madre si quieres salir vivo de aquí. Que nadie la toque o saltaré desde aquí", bramó Bach antes de preguntar directamente a su madre si se encontraba bien. "Si hay más idiotas me largo de aquí. Estamos aquí para pasar un buen rato, ¿cierto? ¡Ella tiene 70 años!", sentenció.
A pesar de los minutos de lógica y palpable tensión, tanto de los músicos como del público, el concierto prosiguió y terminó con final feliz, como todas las noches de rock.
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