MADRID, 16 Feb. (CulturaOcio) -
Teniendo en cuenta la cantidad de muertes de importantes nombres de la música que se han producido durante las últimas semanas, no sorprende que la 58 edición de los Grammy Awards, celebrada este lunes en Los Angeles, se haya convertido en una sucesión de tributos póstumos.
Así, aparte del de Lady Gaga para David Bowie y el de los Hollywood Vampires (Alice Cooper, Johnny Depp y Joe Perry) para Lemmy Kilmister, también hubo tiempo para honrar a Glenn Frey, el vocalista y guitarrista de los Eagles fallecido en enero.
El tributo a Frey lo encabezó su amigo Jackson Browne junto al resto de miembros de los Eagles, esto es, Don Henley, Bernie Leadon, Joe Walsh y Timothy B. Schmit.
Todos juntos tocaron Take it easy, una de las canciones más populares de los Eagles y también de Jackson Browne, puesto que este último la compuso a principios de los setenta a medias con su vecino de aquel entonces en Los Angeles, que no era otro que Glenn Frey.
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