Sharleen Spiteri: "La manera en la que los ejecutivos hablan de las mujeres es muy despectiva"

Sharleen Spiteri, cantante de Texas
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Ya han pasado ocho años desde que los escoceses Texas publicaron su último disco, 'Red book'. Lo que al principio solo iba a ser una pausa de apenas dos años, se convirtió en una larga espera que puso en duda incluso el futuro de la banda. La grave enfermedad que sufrió el bajista, Ally McErlaine, y la gira en la que se embarcaron un año después de superar este susto fueron algunos de los motivos.

   Texas debutaron en Glasgow en 1988 en un concierto que ofrecieron en la Universidad de Dundee (Escocia), cuando apenas superaban la mayoría de edad. Un año después publicaron su primer disco, 'Southside', y hoy ya suman ocho álbumes en su trayectoria, a la que el próximo lunes añaden un nuevo trabajo: 'The conversation'.

   La icónica Sharleen Spiteri, cantante de la banda, mantiene a sus 45 años la imagen discreta y comedida que la ha caracterizado, esa que diferencia a la artista de muchas féminas del mundo de la música y que ha dado identidad a la banda. Spiteri siempre ha defendido una sensualidad alejada de lo obvio y de las reglas del mercado.

   En CulturOcio.com, la cantante de Texas nos ha hablado de su percepción de la industria discográfica, de la enfermedad que atravesó McErlaine, del nuevo disco del grupo y mucho más.

-¿Por qué ha pasado tanto tiempo desde vuestro último disco?

-Al principio la espera solo iba a ser un parón de dos años, pero al poco tiempo, en 2009, Ally McErlaine sufrió un aneurisma que lo mantuvo en coma durante tres meses y durante un año entero en el hospital. A pesar de haber estado tan cerca de la muerte, cuando se recuperó nos dijo que quería volver a tocar en directo con el grupo, así que nos embarcamos en una gira en 2010.

-¿Está recuperado?

-Por completo. Toca la guitarra perfectamente, aunque tuvo que recordar todo, porque la información estaba bloqueada en su cabeza. Cuando comenzó a mejorar nunca imaginamos que iba a querer volver con el grupo.

-Parece que la música fue su mejor terapia.

-Exacto. Cuando estaba en el hospital su mujer me pidió que le llevara una guitarra al hospital. Un día la cogió y comenzó a tocar: fue emocionante y raro, estaba sorprendido de que sus manos se pudieran mover. Nunca comprendimos por qué quería tocar la guitarra en vez de relajarse.

-Mantenéis una relación de más de 25 años, más tiempo de lo que duran muchos matrimonios. ¿Cuál ha sido el pacto?

-Muchas bandas lo logran. En Texas cada miembro sabe lo que hace, las funciones están claras y nadie intenta otra cosa. Sabemos que la combinación de lo que cada uno aporta tiene como resultado un buen estilo y un buen directo.

-¿Crees que la industria de la música sigue siendo sexista?

-Siempre lo ha sido y lo será. Es un negocio en el que el sexo vende, pero yo no necesito que nadie me diga cómo tengo que parecer sexy, porque siempre ofreceré una imagen de lo que yo pienso que es. Para mí el misterio es importante, es la clave. Odio lo obvio, no es interesante.

-¿Crees que se respeta a las mujeres?

-No se trata de si alguien es hombre o mujer, sino de si es bueno o malo en lo que hace. Lo que pasa es que la manera en que los ejecutivos hablan de ellas es muy despectiva, como si fueran carne, porque a todo el mundo le gusta el dinero.

-¿Has pasado por alguna experiencia desagradable?

-Sí. En su día tuve que soportar escuchar algún comentario fuera de lugar. El error está en seguir el juego a estos hombres. No estoy aquí para hacer amigos ni para hacerme famosa, todo lo que me preocupa es mi banda y nuestros discos.

-Habéis fichado por el sello PIAS. ¿Por qué os habéis mudado?

- Tenemos más independencia que si estuviéramos en una gran compañía. Hoy en día las nuevas bandas están creando su propia imagen, diseñando sus propias cubiertas, grabando sus propios vídeos... Es algo fantástico, lo hacen en función de su visión artística y creo que en eso consiste la creación y la música.

Aquí puedes ver un videoclip del single 'The conversation'.

Por Mirian San Martín