MADRID, 12 Abr. (CulturaOcio - David Gallardo) -
Hace unos días repasábamos una docena de músicos que habían sufrido diversos ataques mientras estaban sobre el escenario, dándolo todo en pleno concierto.
Su éxtasis creativo quedaba brutalmente interrumpido por espontáneos que se colaban en escena y trataban de golpearles, empujarles o, en el mejor de los casos, simplemente abrazarles.
Esa, la de colarse en el escenario, es la opción más kamikaze, pero hay otra forma de recordar a los artistas que son seres frágiles expuestos ante sus no siempre amorosos fans.
Botellas que vuelan, vasos repletos de cerveza que impactan como un húmedo misil, salchichas o los siempre socorridos huevos son algunos de los objetos voladores con los que los siguientes artistas fueron golpeados, generando todo tipo de respuestas e inquietantes situaciones.
FRED DURST
El cantante de Limp Bizkit no es un tipo que caiga simpático, así a grandes rasgos. Pero eso no justifica que mientras está cantando sus canciones tenga que recibir el impacto de 'algo' en plena cara. Seguro que duele, pero él lo obvia y prosigue.
BUNBURY
Estaba Enrique Bunbury presentando una canción en su concierto de febrero de 2009 en Houston (Texas) cuando recibió un botellazo en el brazo. Sin dolorosas consecuencias pero, por supuesto, el enfado del aragonés es morrocotudo.
DAVID BOWIE
Peor fue lo que tuvo que padecer David Bowie en un concierto en 2004 en Noruega. Y es que resulta inexplicable entender cómo puede ser que alguien del público lance una piruleta y ésta termine clavándose en el ojo del cantante. Es un mítico caso de puntería tan asombrosa como desafortunada.
MORRISSEY
Aunque David Bowie increíblemente decidió proseguir con su recital, no hizo lo mismo Morrissey en 2009 en Liverpool, haciendo gala una vez más de sus legendarias malas pulgas. Pero claro, no es agradable estar en el escenario y tener que soportar que te tiren vasos 'con cosas'. ¿Resultado de la gracia? Concierto cancelado.
LIAM GALLAGHER
Es tan veloz el objeto volador no identificado en este caso que Liam no sabe por donde le ha venido el golpetazo. Lo siente, se lleva la mano a la cabeza para calmar el dolor del impacto, y deja de cantar para tratar de localizar al gracioso de turno. Pero ahí queda la cosa.
ANGUS YOUNG
Tensión máxima es lo que se siente al ver estas imágenes del guitarrista de AC/DC encarándose desde el escenario con un (supuesto) fan que le arroja una cerveza durante un concierto en Phoenix en el año 2000. Venga, tírasela otra vez, valiente.
AXL ROSE
Internet está repleta de vídeos del cantante de Guns n' Roses enojado con el respetable, que tiene cierta tendencia a arrojarle cosas. Axl no se achanta y suele exigir un traductor en escena para decirle al público que o deponen su actitud o se marcha a casa. Valgan dos ejemplos.
NICKELBACK
Mucho cachondeo es lo que hay por ahí en torno al grupo liderado por Chad Kroeger, objeto de todo tipo de mofas por su supuesta falta de vigor rockero. En Portugal no se andaron con chiquitas y les tiraron piedras. Kroeger lógicamente se mosquea y se va del escenario.
SEBASTIAN BACH
"¡Eres un perfecto mierda!". Esa es la respuesta que le dedicó el ex vocalista de Skid Row a un tipo que previamente le había lanzado una botella en una actuación en Colombia. Mal ambiente.
RAMONCÍN
Mientras cantaba aquello de Cómete una paraguaya, el público que abarrotaba en 1978 el Parque de Atracciones de Madrid decidió tirarle huevos y de todo a Ramoncín, quien por supuesto mantuvo una actitud desafiante. En 2006 vivió una situación peor en el festival Viña Rock, cuando le tiraron piedras y CDs cortados con forma de estrella ninja. Nada menos.
ONE DIRECTION
Nunca nadie jamás sabrá qué demonios pasa por la cabeza de un fan para lanzarle una zapatilla deportiva a su ídolo. Y nunca nadie jamás sabrá qué demonios pasa por la cabeza de un fan para lanzarle una segunda zapatilla deportiva a su ídolo. Y Harry Styles se lleva el golpetazo en la entrepierna y termina tirado en el suelo retorciéndose de dolor. ¿Sobreactuando?
DAVID BUSTAMANTE
El huevazo a David Bustamante es uno de sus momentos míticos que nunca pasan de moda. Es ese morbo que mueve el mundo en el que te lleva a verlo una vez más. Pero las cosas como son, el artista tira de profesionalidad y prosigue con su actuación a pesar de que seguramente lo que más le apetecía era largarse de allí.