'Justin y la espada del valor': Una aventura épica de la que disfrutarán los más pequeños

Crítica Justin y la espada del valor
Foto: KANDOR GRAPHICS Ampliar foto

Este viernes se estrena en España 'Justin y la espada del valor', un largometraje de animación 3D que llega pisando fuerte y que busca competir con las mejores apuestas de cine infantil provenientes de Estados Unidos. Antonio Banderas produce y pone voz a uno de los personajes de una cinta realizada por los estudios granadinos Kandor Graphics, autores de la ganadora de un Goya 'El lince perdido'.

   La historia, que ya ha sido vendida a 150 países, nos sitúa en un mundo medieval desconocido en el que los caballeros han sido desterrados y en el que a partir de ahora los encargados de impartir justicia son los abogados (con su tonelada de leyes absurdas).

   En este contexto aparece Justin, un joven que quiere ser caballero a toda costa, tal y como lo fue su abuelo, y en contradicción a su padre, el abogado más poderoso del reino, que desea que se convierta también en letrado y quien piensa que ésta es la mejor forma de impartir justicia.

   Justin, con el consejo de su abuela, emprenderá un viaje para ser entrenado por tres sabios monjes que le instruirán en las enseñanza de los viejos caballeros y le pondrán a prueba. Durante sus aventuras conocerá a la luchadora Talía, al excéntrico mago con trastornos de personalidad Melquiades y al apuesto Sir Anton.

   Manuel Sicilia firma una cinta que a nivel técnico nada tiene que envidiar a las grandes producciones hollywodienses con las que aspira competir. Los personajes están definidos y bien logrados, con unas metas establecidas que no dejan lugar a villanos ambiguos o héroes malvados y que ayudarán a los más pequeños, destinatarios indudables de este tipo de cine, a comprender sin problemas la personalidad de cada individuo.

   La enseñanza que le deja al público más joven también está clara, la perseverancia del protagonista por conseguir lo que busca sin importar lo que digan los demás.

   Otra de las moralejas de la película --que antes resultaba novedosa y que hoy en día empieza a ser más común-- es el de la chica independiente que no necesita ser rescatada. Es el caso de Talía, la compañera de Justin, que lucha con la misma firmeza que él y que no permite a los niños (y sobre todo a las niñas) dudar de la valía de la mujer.  

   También es verdad que los menores no acuden nunca solos al cine, por lo que se realizan algunos guiños a los mayores con referencias a la actualidad que pueden sacar sonrisas a los acompañantes.

   Sonrisas, que no carcajadas sin fin, ya que en este caso se ha optado más por centrarse en la aventura y cuidar la construcción del personaje principal, dejando un poco de lado a esos secundarios graciosillos que son los que, finalmente, más hacen reír a la audiencia (véase Asno en 'Shrek' o Dori en 'Buscando a Nemo').

   Ese papel recae sobre Sir Anton (Sir Clorex en la versión inglesa), al que pone la voz Banderas. Si bien al doblaje no podemos ponerle pega, el personaje no acaba de tener la gracia que debería.

   Un filme bastante aceptable que adolece de originalidad en el guion, presentándonos una historia muy común en este tipo de largometrajes, pero que dejará muy buen sabor de boca a los más pequeños.