MADRID, 29 Abr. (EDIZIONES - David Gallardo) -
El mejor festival es el que a cada cual le motive más profundamente. Eso para empezar, pues la variedad de propuestas que por suerte tenemos actualmente en España es tan brutal como diversa. Multitud de estilos, artistas, formatos y emplazamientos que hay que valorar según la subjetividad intrínseca de cada uno de nosotros.
Si hacemos caso de verdad a nuestras preferencias, nos guiamos por los motivos correctos, pasamos de postureos idiotas, obviamos las opiniones de nuestros amigos e ignoramos los dichosos trending topics que no significan nada, daremos con nuestro festival favorito. Con nuestro propio mejor.
Y es verdad, también, claro, que un festival con grandes nombres en un secarral puede convertirse en un infierno, mientras que otro con menos relumbrón en un emplazamiento idílico bien puede propiciar un enamoramiento eterno. Todo influye, no es tan sencillo determinar categóricamente si este o aquel es mejor que ese otro.
Lo que no podemos negar, en cualquier caso, es que a la hora de decidirnos por uno(s) u otro(s), lo primero debiera ser la música. Porque en un festival de música manda la música. No manda Instagram, no manda el 'hay que ir', no manda el 'te lo vas a perder'. Manda la música porque es el epicentro de todo lo que estamos comentando.
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Pero tampoco demos tantos rodeos y vayamos con la pregunta del millón: ¿Mad Cool o Primavera Sound? En realidad hay más interrogantes, como por ejemplo: ¿Lo dejamos exclusivamente entre esos dos? ¿Metemos alguno más en la ecuación? ¿Está el Bilbao BBK Live a esa misma altura? ¿El FIB decayó tanto? ¿Y qué pasa con el siempre visionario Sónar? ¿Acaso no molan igual el Rock Fest y el Resurrection?
Lo dicho, nuestra lista de festivales es interminable y a un fan clásico del Viña Rock puede no enloquecerle el Cruilla Barcelona, el Low Festival, el Río Babel, el Contempopránea, el Sonorama -que este año tendrá incluso un espacio para la comedia-... Parece muy improbable que los que van al Arenal Sound se mueran por la ración metalera del Download Madrid, el rockerismo del Azkena o la elegancia premeditadamente minoritaria del VIDA Festival. Quizás los del Arenal sí que sean del DCode, pero poco probable que vayan al Rototom. ¿Y el Dreambeach o el Medusa?
Podemos mencionar también a Primavera Trompetera, Extremúsika, Daydream, WAM Estrella Levante, Mallorca Live, Tomavistas, Weekend Beach, The Juerga's Rock Festival, BBK Legends, Tsunami Xixon, Festival de Les Arts o SanSan Festival -algunos ya se han celebrado, aunque la gran mayoría no, lo sabemos-. Aún podríamos citar más y estamos dejando fuera los ciclos de conciertos como Noches del Botánico o La Mar de Músicas.
MÚLTIPLES VARIABLES
La cercanía con el lugar del festival, la posibilidad de descansar en una buena cama y que no te despierte peña borracha cayéndose sobre tu tienda de campaña al amanecer, que la ciudad ofrezca diversas opciones de ocio... Muchas cosas a tener en cuenta, pero al final, aquí lo de 'mejor' sí que lo relacionamos directamente con 'más grande'. El tamaño importa, en definitiva, amiguitos.
Y por eso se llevan el gato al agua los que pillan a Arctic Monkeys, los más deseados de la temporada. Mad Cool y Primavera Sound son los más grandes y podríamos decir que los mejores porque ofrecen más y con más peso específico. El de Madrid sin una línea clara, de acuerdo, pero con una nómina interminable de artistas capaz de atraer a 80.000 personas por días hasta Valdebebas.
El de Barcelona, por su parte, con una filosofía bien definida, que aúna grandes nombres con la capacidad de sorprender y adelantarse a los tiempos, poniendo en sus múltiples escenarios a solistas y bandas que darán que hablar en el siguiente lustro. Uno quizás más para hedonistas del aquí estoy pasándolo en grande y otro para melómanos con más pedigrí, por así decirlo, de los que necesitan estar constantemente descubriendo.
El debate se viene definiendo entre ambas citas desde hace meses 'por culpa' desde el lado madrileño de Pearl Jam, Arctic Monkeys, Jack White, Nine Inch Nails, Depeche Mode, Queens of the Stone Age, Kasabian, Tame Impala, Massive Attack... El contraataque desde Barcelona llegó también con Arctic Monkeys, a quienes hay que sumar Björk, Nick Cave, Lorde, The National, The War on Drugs, A$AP Rocky, Migos, Lykke Li o Haim.
¿TERCERO EN DISCORDIA EN BILBAO?
Todos los demás parecían estar fuera de la lucha por el trono del tamaño y la calidad, aunque en última instancia el Bilbao BBK Live dio un golpe de efecto de la mano de Florence & The Machine, rematando así un cartel que ya contaba con The XX, Gorillaz, Alt-J, Noel Gallagher o The Chemical Brothers.
Atendiendo exclusivamente a los carteles, afirmamos, por tanto, que la 'contienda' queda entre Mad Cool, Primavera Sound y Bilbao BBK Live. Ese sería nuestro triunvirato jefe, ubicado además en tres de las más importantes ciudades españolas. Con todo tipo de servicios, infinidad de cosas que hacer mientras no suene la música y facilidad de acceso y escapada.
Con las cartas ya sobre la mesa, se trata de sopesar y decidir. Conozco casos de gente con abono al Mad Cool que lo dejaron todo de lado para ir al Bilbao BBK Live a arrojarse a los brazos de Florence Welch. Igualmente, fans irredentos de Pearl Jam que aunque llevan años esperándoles, sienten el impulso de presentar sus respetos a Nick Cave y The War on Drugs.
MAD COOL, PRIMAVERA SOUND Y BILBAO BBK LIVE
Pero como el que lanzó la pregunta fui yo, voy a terminar al menos respondiéndola desde mi humilde opinión: El Mad Cool Festival es el mejor festival de España en 2018 porque tiene al grupo más esperado -Arctic Monkeys- y ha conseguido traer de vuelta a Pearl Jam a España después de ocho largos años. A eso hay que sumar nombres que arrastran multitudes y un emplazamiento central.
La única duda a resolver es si el cambio de recinto de La Caja Mágica a Valdebebas - IFEMA va a ser realmente satisfactorio para los asistentes. En Barcelona el recinto es ya conocido, con el Mediterráneo de fondo, aunque también son ya tradicionales las quejas por el bajo volumen del escenario principal en los momentos clave por orden municipal para no molestar a los vecinos. Bueno, y en Bilbao hay que 'escalar' el monte Kobetas, que tampoco es poca cosa, aunque una vez arriba el entorno es bastante agradable.
Una cuestión muy subjetiva, en definitiva, pues aparte del lugar, está claro también que muchos asistentes al Primavera Sound pasan olímpicamente de las 'viejas glorias' que se congregan en Mad Cool. Y además, cada uno tiene su propio tipo de postureo inherente. Por tanto, acabemos como empezamos: El mejor festival es el que a cada cual le motive más profundamente.
